Me dijeron que esto nos llegaría hasta el cuello, yo pensé que eso solo les pasa a los viejos, así que seguí mi vida como si nada, sin importar lo que pueda suceder mañana.
Archive for julio 2015
Atrapado
Posted in Sin categoría on julio 9, 2015| 2 Comments »
La próxima vez, nos vemos en el infierno
Posted in Sin categoría on julio 7, 2015| 7 Comments »
El primer día sentí un chingo de miedo, no sé si sea correcto decir un chingo o tenga que buscar una palabra más elegante o a la altura de alguien que pretende vivir de esto. Tampoco creo que todo lo que sentí fue miedo, era una mezcla de tantas cosas. Me levante del escritorio donde había firmado y estampado mi huella, tenía ganas de tantas cosas, una de ellas era irme muy lejos y llevarme desde luego a mi familia, llegue a pensar en la posibilidad de vivir en alguna región olvidada de Italia, aunque no estoy seguro de que aún existan en Italia regiones olvidadas. Si me largaba del país no podría dejar rastros o eso fue lo que pensé, pero tampoco deseaba dejar de ver el rostro de mis amigos y esa rara mezcla donde ocurre todo, donde las emociones te pueden destruir, me persiguió como mi fiel sombra durante muchos días.
Salir a la calle era algo complicado, pero desde antes del amanecer, yo sabía que tendría un día difícil, un día del carajo, de esos días que uno no quiere recordar pero que se nos vienen a la mente una y otra vez y quizá nos sigan hasta el día de nuestra muerte.
Nunca, nunca pensé que estas cosas me podrían pasar, ni siquiera lo llegue a pensar como un sueño, luego cuando descubrí que no tendría más alternativa que afrontar lo que estaba por venir, pienso que el miedo tomo otra dirección y mi sombra comenzó a seguirme de nuevo.
Antes de salir de su oficina lo mire a los ojos, lo mire con rencor y hasta con un poco de odio, él quería darme clases de moral, pero era el peor de todos y quería hacerme saber que habría hecho por mí más de lo que podía hacer en ese momento, sí tan solo le hubiera contado por lo que estaba pasando. Mierda, eso es lo que pensé y lo que se merecía. Me espere que abriera la puerta y me tendiera la mano para dejársela estirada, con gusto la habría cogido y le habría propiciado tremenda golpiza, pero el rencor hacia él, no me traería nada bueno.
Quería que él supiera que es un pendejo, sin embargo no tiene caso decirlo y supongo que todas las noches duerme bien y que cualquier esfuerzo por robarle el sueño es algo inútil y que las palabras que muchos hemos querido decir, se me habían atorado en la garganta, pero aún sin decir nada, ese montón de nada, para él ya era incomodo.
Ese día cuando empezó todo, yo no desperté. Me preocupaba mi mujer y mis hijos, las cosas materiales no tenían valor alguno, eran un montón de nada. El miedo fue pasando, mientras que a él, le escurre un hilito de baba cada que se acuesta a dormir y quizá un día esa misma baba termine por ahogarlo, yo no sé si existe la justicia divina, es más no creo en ella, pero a dónde puedo llegar con tantas cosas encima.
Esta pinche vida y la necesidad de trabajar
Posted in Sin categoría on julio 6, 2015| 5 Comments »
Siempre he sentido una especie de odio por los que suben los zapatos a la cama o a la mesa, tal vez es algo de lo más normal, pero siento que no lo soporto. Más de un mes sin escribir y me siento estropeado, juego un poco con la idea de trabajar todos los días de esto, sí, de escribir, tener un horario riguroso de 8 horas y de ser necesario un poco de tiempo extra, en ese trabajo suele no haber dinero, trabajar como escritor, es como traicionar al sistema capitalista y olvidarme de las ganancias o de recibir un solo peso por una jornada de trabajo (eso sucede en la mayoría de los casos, pero no es una regla), lo cual me convertiría en dependiente económico, pero a los 43 nadie quiere ser dependiente económico, esa es otra cosa que odio tanto o más que el caso de los zapatos. Siento tristeza por mi mujer, porque sin que ella lo quiera, la puedo llevar a convertirse en el soporte de mi desliz pasional con la literatura. Si abandono todo intento productivo, es porque me gusta escribir y puede ser un trabajo, tal vez hasta un trabajo con horario y lo único que hago es repetirme hasta el cansancio: qué demonios estás haciendo, qué demonios estás haciendo, qué demonios estás haciendo, como queriendo justificar mis actos. Un amigo me dijo no te arrojes a lo más bajo y su frase me hace pensar todo el día. Para nada de lo que aquí escribo tendré una respuesta y tal vez en eso radica el gusto por las cosas que hago, de saber la respuesta la vida no tendría sentido. Mi mujer lo sabe, pero de ser necesario lo diré de nuevo, cada instante pasado con ella es de lo mejor que me ha sucedido y no me importa que en esta batalla, al salir de ella, salgamos con un montón de nada. Todas las noches juntos rompen las palabras y no puedo decir más que un te amo.
Escribir y vender, dos cosas tan opuestas para mí, me encanta la idea de escribir y nunca he podido con la situación de vender algo. Hoy me he puesto a pensar si me voy a pelear con alguien, parece que pelear es algo que antes disfrutaba y sigo en esa idea de pelear para no sentirme acabado, aunque no tenga edad para estar acabado.
Qué demonios voy hacer, acaso el día de hoy tendré trabajo como escritor y mañana intentaré vender las cinco o seis cuartillas que pueda producir, acaso voy a producir al menos una cuartilla, la verdad es que eso vale madres, lo que voy hacer es lo que más me gusta y lo llamare trabajo porque ya no deseo estar bajo los caprichos de otro pendejo llamado patrón, dueño o como se autodenominen.
Así empiezan de nuevo estas historias
Posted in Sin categoría on julio 5, 2015| 2 Comments »
Como se dice acá en este norte no tan norte: esta con madres.
Pasar la noche con los amigos, esos amigos que se quedan después de que mil circunstancias adversas que parecen arrastrarte, no tiene calificativo alguno, pero te emociona hasta los huesos, es algo que te hace entender que la vida solo tiene un sentido y quizá lo malo de todo esto es que mi espíritu anti moralista no me permite ponerle nombre al sentido de las cosas y tampoco puedo dar consejos, ni pensar en esas otras cosas, pero debo reconocer que tener amigos así es algo chingón, poca madre, es algo que te hace sentir vivo en todo momento, todo lo demás son pendejadas, circunstancias sin sentido, yo si volviera a nacer querría a esos amigos de nuevo y la vida nunca me parecería aburrida.
Casi nunca vida mía
Amenaza el día con llegar
me levanto y toco
porque todo está oscuro,
toco mis pensamientos
y los pensamientos
de otros que ni se enteran,
me doy vuelta y antes
de que amanezca
me he robado algunas ideas,
plagio dicen algunos
mi mano no sabe de plagios
y todavía embriagada
por el contacto
con un libro nuevo
recorre una y otra vez
esas paginas
mano
dedos
uñas
cabeza sin cabellos
ideas, locura
pasión que se desborda
sexo una y otra vez
toco, me tocan
me pierdo
en unos ojos abiertos
que están en otra parte
y en todo esto no existe
el miedo
si no tengo miedo
de que me sirve la vida
en el instante en que nada se mueve
la vida sigue
un bebe llora
y la realidad
tiene sabor
vida
muerte
y todo se une
no hay destino
se tejen sueños
se labran cruces
todo es nada
y hablamos
de la suerte
esa suerte
que une
la vida con la muerte
como si fueran una sola
y mis manos
tocan
tocan
y se alejan
tocando
lo que a alguien más
le da por llamar destino
¿de qué sirve la vida
si no tengo miedo?
desde donde me miras
mis manos te tocan
todo lo tocan
y mis labios
no dejan de alcanzarte
cuando me tocas ardo
cuando te toco sigues ardiendo
no hay recompensa
porque lo que sentimos
no es un premio
ni casualidad
ni liquido que nos escurre
ni sombra
a donde mires
siempre estoy yo
porque es parte
de ese poster
que hemos construido
el día amenaza con llegar
me levanto, te toco
me tocas
y sé que estamos listos
que nada nos agota
te recompones
y la suerte
se sigue quedando inquieta
mantiene su distancia
en el aire
no hay nada
el tacto me arde
y la mañana
ya es inevitable
un llanto
un bebe que ha roto
una fuente
que no deja de crecer
que da vueltas
que se toca
una mano
un pie
y baila
baila
baila
y así empieza
empiezo
y los ruidos
que rompen todo
a dónde va el silencio
a nadie le importa
a dónde va el miedo
a nadie le importa
mientras que el olor a semen
se va desvaneciendo