Ella. Saco un cigarro de hierba. Me miro a los ojos y me dijo que sí. En ese momento mi vida cambio. Se llevo el cigarro a la boca, se rasco las axilas y forma natural se las olió. Sentí ganas de llorar. Los años ya me pesaban y era simple: no me lo podía creer.
Cuando ella me dijo que si se convirtió en la persona más adorable y es que cuando las personas decimos que si, todos nos aman, yo podría amarla, podría perderme en ella durante largas noches y si un día me decía que no, entonces empezaría a odiarla, pero no era algo personal, las cosas suelen funcionar así.
Empezaba la primavera. Habíamos platicado de tantas cosas. Esas cosas que parecen estar reservadas para los amigos más íntimos, los que se enteran de los detalles.
Gabriela a los 22 años se había enamorado, no era la primera vez, pero ella no sabía lo que le esperaba y tomo las cosas como una aventura, una oportunidad para hacer de su vida lo que se le viniera en gana. Su sillón era el pretexto ideal para el primer encuentro, ese encuentro que se fue prolongando y que en ocasiones parecía que ese encuentro nunca iba a suceder. El de ellos era un amor salvaje, prohibido, un amor que lo succionaba todo. Gabriela era muy alta, muy delgada, no era deportista, se había puesta una banda gástrica y el reflujo no le permitía ser feliz. Tenía las piernas más largas y hermosas que un hombre pueda imaginar, era casi perfecta. Ella se desnudaba con facilidad, en cualquier parte de la casa, su cuerpo era digno de mostrarse, ella era toda una mujer y al decir esto, se podría decir que aquí acaba todo, que no existe nada más que contar.
Hablamos de las cosas que me gustan, de los libros, de los sueños y de esas ganas locas de hacer, de hacernos el amor, hablamos de nuestros miedos y de la vez que a ella le encontraron la hierba, hablamos de sus amores pasados, de sus ganas de ser ella la protagonista de una historia que no tuviera esos tintes violentos y dramáticos que suelen tener las historias de los amantes. Ella bien podría ser un invento.
El hombre de quién Gabriela se enamoro era 18 años mayor que ella. Toda una vida marca entre ellos la diferencia. Uno de los dos tenía triste el alma.