Las sirenas se quedaron dormidas, lo que resulto conveniente pues quien conoce a una sirena su vida ya no es la misma, eso y que Flanagan se empeñara en ser un héroe, lo llevo a La Isla. Sí, Flanagan estaba ahora en una isla y no eran las Islas Caimán o la gran isla que todo mundo conoce como Japón, esta era un isla interesante pero nuestro héroe aún no tenía idea de eso, su ganas por salvar a esa última abeja lo habían hecho atravesar por todo tipo de obstáculos y peligros como para darse por vencido. Flanagan en cuanto vio ese lugar se dijo que había llegado al sitio ideal, al lugar perfecto, donde la abeja podría hacer su vida y desde luego empezar una producción, no a la escala deseada, pero la miel del mundo no sería sustituida por esos productos que hoy en día casi todo mundo consume.
La Isla podría ser cualquier lugar: aburrido, monótono, rutinario, pero eso sí, sin abejas. Flanagan se bajo a reconocer el lugar y en cuanto descubrió que era el hogar de mujeres bellas, mando a Pascualo en una nueva misión, este tendría que buscar a Merikeit y entregarle el Apicarium RX2000, desde ahora el problema de la última abeja ya no sería suyo. Su fiel servidor y amigo se soltó a llorar por obvias razones, lo de salvar al mundo de la producción de miel o buscar un mundo mejor para esa última abeja, se la soplaba, él deseaba quedarse en esa isla con todas esas mujeres bellas y así se lo hizo saber a Flanagan, pero este le respondió: en esta isla no hay lugar para los dos, lo siento mucho, es hora de irte, además la abeja no se puede quedar es muy peligroso por mi alergia y no queremos matarla.
Aquí no importa el aspecto de Flanagan, el puede ser: feo, calvo, tuerto o saludar con la mano flácida, aquí el puede ser el rey de ellas y no ese héroe que salvo al mundo de la escasez de miel natural y rescato de la muerte a la última de las abejas. ¡No!, Flanagan no quería regresar y en su corazón solo una cosa estaba latente y era el recuerdo y el sabor del cuerpo de Merikeit.
¡Vaya! una isla paradisíaca y llenita de mujeres y seguro que en bolas, así no hay quien eche a Flanagan de ahí,hombre…..¡muy bueno!
lo confieso los dedos me demandan que vaya al final con sexo, pero es el final final y me niego, aunque no importa ahora mismo voy
Un hombre que da la mano flácidamente siempre es un hombre de fiar 🙂 y el merecido rey.
siempre compadre de eso no hay duda
¿Que Flanagan tiene alergia?????????????????
Dios, que panzada a reir.
Sigo…
Besazo
mientras que no resulte que es alérgico a la Merikeit
Me gusta esa isla
yo quiero mandar a construirme una así
Esas islas misteriosamente perfectas siempre tienen trampa…
creo que era una isla donde ofrendaban a los hombres en sus ardientes volcanes….
jajajajjaaj, ¡y hasta puede saludar con la mano flácida!!, me están llorando los ojos de tanta risa!!!
Besitos!!!
esa mano que tantos milagros ha realizado…
besitos corazón
En islas con mujeres hermosas, siempre hay dinero detrás, alergia, y lo más probable, viejos con flaccidez, y no en la mano solamente. Gracioso del principio al fin. Voy a seguir leyendo…
Se puede reservar un pasaje?
Hasta pronto.
jajajaja flacidez integral, muy bueno, por qué no se me ocurrió antes
besos
Esa isla, Dios esa isla!!! 🙂
Un abrazo.
no se por qué a nadie se le ocurre inventar una isla…como esa desde luego
abrazos compadre
El ebastel flash es ideal para las alergias, no es por hacer publicidad…
lo tomare en cuenta por si algún día voy por tus tierras y me hace falta