Ahora es así:
en la calle te encuentras con ninfas
que se sienten reinas de la mafia
no te cobran por el sexo
no piden venganza
por la cobardía de algunos hombres
que antes las maltrataban, no juzgan
y no te vienen con esos cuentos:
de que todos los hombres son iguales
su andar es ligero, su grupa
soporta un fusil y cuarenta balas,
a veces más y rara vez menos,
ellas, las reinas de la mafia
las ninfas modernas
tienen un largo historial,
algunas veces cobraron por sexo,
otras veces disfrazaron el cobro
con uno que otro regalo, pero
lo importante no es nada de eso, sino
el largo camino fabricado
con toda la sangre que han derramado
46 disparos, 3 veces al día, más o menos
ellas dicen que no hay cabeza
que no se pueda perder de su cuerpo
mujeres
modernas ninfas
que se sienten
las reinas de la mafia
golosas,
perdidas en el deseo
ellas que piensan
que la muerte y el sexo
son una golosina
que se necesita
a diario
ellas que no ríen,
no lloran, no perciben
ellas que no desean rosas,
que no buscan al hombre perfecto,
ni al príncipe de todos los cuentos,
ni de testosterona para sus crímenes
ni del fauno que las domine
REFLEXIONEMOS
a las ninfas modernas
les gusta lamer la sangre,
les excita ese olor,
adoran a sus víctimas;
se quitan el ligero
y no les importa el castigo divino
y mucho menos perder la virginidad
antes de cualquier matrimonio
ficticio, matrimonio para guardar
las apariencias y aparearse
con permiso
y tener hijos
y volverse fofas, sosas
lentas
a estas ninfas les gusta
el hombre que suda a la muerte
que huele a hierro, a pólvora
a semen combinado con la derrota
a miedo, a sueños donde ellas
son las únicas que reinan
su triunfo es ver a la muerte llegar
gota a gota y reírse de ella
reflexionemos:
ellas merecen la gloria