Nunca se sabe

Decidí que no olvidaría nunca, incluso dije que le escribiría un poema, que le regalaría un gato y que me iría con ella hasta el fin del mundo, pero cuando me hablo de tener un hijo, no lo pude soportar y salí huyendo. Lo cierto es que aún no la olvido, de haberlo hecho nada de esto sucedería en este instante, lo del poema sigue pendiente,  creo que aún no lo escribo porque no tengo tiempo, musa o inspiracióno, para el caso es lo mismo, es decir: pretextos. Lo del gato era más fácil, pero se lo regale a una que se fue a New York, lo hice por nada en especial o quizá porque esa ciudad me gusta más que todas las que me atreví a llamar el fin del mundo. Lo cierto es que tengo hijos, y ellos valen todo lo que perdí, todo lo que gane, todo de lo que huí, todo lo que soñe y a veces me dan ganas de  esfumarme porque creo que los voy a echar a perder.