Qué diablos tendría U, cómo para hacerme perder la razón, yo no lo sé; me invente que estaba enamorado de Abril, sé muy bien que me lo invente, es casi imposible que algo así, pudiera darse de la nada, había entre ella y yo poca historia que si no decía nada, era lo mejor, pero lo tenía decir, no soporto quedarme con ese sabor en la boca, producto de algo que no he podido hacer. Mi historia con ella, con Abril es un amargo sabor de boca. Lo que si se que tenía U, era una determinación para aferrarse a sus sueño, la envidiaba. A ella le habría encantado enterarse de mi patética historia con Abril, entre otras cosas porque le encanta lo novelesco y porque ella asegura que me gusta hacer rabiatas y porque cada que puede me apuesta a que nunca voy a madurar. Me habría pedido algunas fotos de Abril, incluso yo le había pedido unas cuantas fotos a Abril, no sabía cuál sería el destino al final de todo, ni siquiera tenía idea de que terminaría por hacerle un archivo y pensar que algún día podría ser el personaje de alguna novela, como también es cierto que deseaba convertirla en el personaje de mi historia más importante, sin importar si nunca la llegaba a escribir. Claro que todo esto parece algo sacado de la irrealidad, por lo que estoy tentado a publicar la foto de Abril, solo que me preocupa que su marido sea un matón o que se convierta en uno de ellos, no soy tan tonto como para arriesgarme, además de que me quiero mucho.
Sería una exageración decir que corría el riesgo de perder a U. Nunca había sido del todo mía.
Dicen que las pelirrojas son las mujeres más peligrosas y que les encanta el sexo. Yo supongo que a todas las mujeres les encanta el sexo y quizá esté equivocado, otra cosa que me gusta de las pelirrojas, son sus pecas. Hace unas cuantas noches hable con U, me ha dicho que no soporta, ni el frío ni la soledad que le hace compañía en New York, y yo le pregunto si le interesa tener un gato, le he hecho esta pregunta tantas veces y siempre que le he regalado un gato, ella termina por perderlo. Ella me ha dicho que desea que vaya a verla y yo no quiero, me avergüenzan mis catos, y el haberme enamorado de alguien que al final, elegiría la seguridad y la felicidad que ya tiene ganada. Abril siempre fue un espejismo, una distracción para deshacerme de U. después de un tiempo el silencio se apoderó de todos mis espacios y solo pienso en poder seguir escribiendo.
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