La misma situación de siempre, todo mundo se queja, pero nadie hace nada o propone algo que nos permita hacer las cosas de forma diferente, estamos atrapados por esa inercia y hacemos cosas sin sentido, carecemos de sentimientos. A nuestra juventud e incluso a los que son 20 años mayores que yo, les gusta estar pegados al teléfono, sin hacer nada, leyendo cosas que no llevan a nada o jugando una serie de juegos que solo entorpecen nuestra capacidad de asombro y nuestra relación con lo que nos rodea, personas haciendo comentarios banales o fotografiando lo que se van a comer, me dan tristeza, nadie aporta nada, desde luego que es un situación personal observar lo que hacen o fingir que lees (en esos comentarios no hay lectura posible) lo que escriben.
Algunas cosas me molestan, como la idea de falsos poetas que se levantan todos los días en la mitad de este continente y sueñan que lo que escriben va a cambiar el mundo. No se escribe para cambiar al mundo y mucho menos para salvar a quienes lo necesitan, la poesía o la literatura en general no ejerce el papel de psiquiatra o de psicoanalista personal, aunque genere en ocasiones ciertos comportamientos que parecen rescatar a cualquiera. Yo no entiendo como alguien se atreve a decir que es poeta y engaña a un número de personas, supongo, porque no tengo otra opción que debo creer que es la bondad de las personas que les hace creer todo ese tipo de cuentos. Mi molestia carece de sentido.
En ocasiones me canso de la gente y quisiera permanecer alejado, en lugares a los que nadie pudiera tener acceso, una situación en extremo egoísta. Intento escribir todos los días y en ocasiones me resulta muy difícil, no sé muy bien, si por la carga emocional que se me deja venir después de una larga jornada de aburrimiento o de ver pasar la vida sin hacer nada. escribir es para mí, lo más esperado, pero por desgracia no tengo un tiempo definido para ello, ni el espacio, ni tantas otras cosas, supongo que nada de eso hace falta y que solo me invento pretextos para disculpar mis fracasos, la vida está llena de eso, de fracasos. Me gusta la noche para escribir y la música, pero no esa cosa a la que los jóvenes suelen llamar música y no es otra cosa que sonidos atrapados en una especie de gritos que no son gritos e historias que son todo menos historias, me gusta dejarme llevar por la buena música, supongo que no hay escritor sin buena música.
A veces quisiera dormir todo el día y despertar a mitad de la noche y escribir hasta quedarme dormido de nuevo.
Tus reflexiones hablan de engaño, de poetas y escritores. Todo el mundo vive conectado,y la soledad de la globalización se ve,como bien remarcas hasta en la foto de lo que van a comer.
No existe el límite, de lo privado y lo público. Si está bien o mal, no sabría decírtelo, es el siglo XXI, el de las generaciones de los botones y los clicks, el de la tablet, y el celular. Todos hablan por la calle, y nadie mira a nadie.
Si te refugias en lo que escribes, ya estás salvado, a mi modestísimo entender.
Un abrazo y hasta pronto.
incluso el escribir no es un refugio, a veces creo que es otra manera de hacer lo mismo, sin que nadie te juzgue, es como si algo nos hubiera transformado a seres sordo-mudos
un abrazo y gracias por tan atinado comentario
Reblogueó esto en Caperucitas de asfaltoy comentado:
“A veces quisiera dormir todo el día y despertar a mitad de la noche y escribir hasta quedarme dormido de nuevo” (Carlos Efron Mur)
muchas gracias querida