No había dejado de sentir calor todo el día. Pensé que al salir del trabajo podría ir a un bar, pero ahora cualquier bar cierra antes de las 10 de las noches y los puti-club están prohibidos, la alcaldesa de esta ciudad considera que no son buenos para la salud. Quizá ahora buscar a una puta sea una tarea heroica o el precio de sus servicios este por los cielos, por lo pronto no tendrán licencia para ejercer, como si para eso se necesitara licencia alguna. Al demonio. Así que si necesitaba tomar un trago o una cerveza me iría a casa y dejaría que mi imaginación se encargara de todo el asunto ese del placer con las mujeres. Pero yo era el único que sentía calor en toda la ciudad, algo andaba mal sin duda, desde luego que a estas alturas uno le puede echar la culpa a la andropausia, después de todo siempre existe algo que nos puede salvar de estas situaciones un tanto bochornosas. En el trabajo me la había pasado aburrido todo el día. No se había parado ni una mosca y yo lo que deseaba era irme a casa, en otros tiempos habría ido al bar con unos amigos y pagaría la primera ronda y una o dos más, el dinero nunca me ha sobrado pero ese era un lujo posible hoy en día.
Salgo a la calle miro alrededor y veo un operativo montado por militares. La idea es hacer un puesto de control. Alcoholímetro, puto nombre. Parece que en la ciudad ya nos olvidamos de los operativos contra el narco, debe ser que muerto el jefe, o mejor dicho capturado el jefe se acabo la rabia o el problema, puro cuento, la cosa sigue que arde, pero nos hacen creer que las cosas son otras. Espejismos. Han de creer que somos unos imbéciles.
—¿adónde demonios van los hombres que no toman en bares y frecuentan puti-clubs?, supongo que a nadie le importa.
La mayoría no tenemos dinero de sobra. De eso se trata, supongo que cuando tengan dinero esos bares volverán abrir, al igual que los bares de las chicas y los permisos para trabajar libremente por las noches. Eso debe de ser. En uno de esos bares, exactamente no era un bar sino una puti-club, conocí a una chica elástica, que podría darle a su cuerpo toda la vuelta con facilidad, le dije a esa chica que si era capaz de chupársela, yo le pagaba todo lo que ganaba en una noche, desde luego que no tuve el dinero para hacerlo y me dieron tremenda golpiza por hacer promesas que no podía cumplir. Pensé que me volvería loco con el calor, pero todo mundo parecía andar a gusto.
Alguien ha dicho que el problema de la ciudad ahora que goza de ese carácter puritano, es conseguir muñecas inflables que gocen de personalidad, de entrada no he logrado entender el sentido de la personalidad de dichas muñecas y pienso en alguna novedad china en la que dichas muñecas se puedan expresar, pero por más que lo pienso me parece imposible. Las posibilidades deben ser múltiples, pero no veo por donde. Solo a un loco se le puede ocurrir algo así, en fin que no tiene sentido perder el tiempo en esas pequeñeces. Suspiro. Busco un lugar donde pueda quitarme el calor o donde pueda beber una cerveza después de salir del trabajo, no pienso en una chica ocasional, al menos no esta noche, no estoy de humor y mis amigos pueden creer si me ven haciendo algo así que estoy muy mal. Meto la mano en el pantalón y siento mucho más calor, esta vida me jode.
Un tipo sale a mitad de la noche y me pregunta donde puede conseguir a una chica. Le dijo que no tengo ni puta idea.
Me dan ganas de buscar a nuestra alcaldesa y preguntarle si con esa medida se remedian todos nuestros malos o si ella busca hincharle los bolsillos a alguien, que si de eso se trata todo esto, que lo haga ya, porque no vamos a poder tolera sus medidas por muchos tiempos y el puto calor me pone de malas y quiero ir a un bar y beber un trago, supongo que muchos van a matar por ese trago y no es algo metafórico, ahora la violencia será trasladada a casa, puta eso me jode y mucho. Intento olvidarme de todo, se que alguien en su sano juicio no pasa por estas cosas, pero si no le encuentro solución pronto mi cabeza va a estallar, nunca antes había sentido tanto calor y estoy enojado, me desespera. Jamás había querido pasar el resto de mi vida con una mujer, sin importar lo que ella haga para vivir, pero ahora que ya no puedo ir a un bar y ellas ya no pueden ejercer en el puti-club de su preferencia, quizá debería buscarme una y arreglar estos problemas de mi vida, después de todo no es algo que sea tan malo.
—¿acaso no haríamos lo mismo?
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