no tiene
cabeza
que perder
no sonríe
no llora
no le importa
el principio
del fin del mundo
Posted in A la hora de amar, Después del sexo, Historias de a pie, Historias sin fin, Las apariencias engañan, Lo demás es silencio, RELATOS, tagged Alicia, el fin del mundo, El gato on febrero 25, 2013| 3 Comments »
no tiene
cabeza
que perder
no sonríe
no llora
no le importa
el principio
del fin del mundo
Posted in A la hora de amar, Después del sexo, Historias de a pie, Historias sin fin, Las apariencias engañan, Lo demás es silencio, RELATOS, tagged Bandera, comenzo a parir, ella y la pistola, la mujer on febrero 24, 2013| 4 Comments »
Algo andaba mal. La bandera había caído hasta casi tocar el suelo. Una mujer de la cual no sabia nada me sonrió. Ella llevaba un vestido hermoso. La mujer se llamaba MariAnn, debajo del vestido llevaba una pistola. Un hombre había corrido para evitar que la bandera tuviera contacto con la tierra, se arrodillo, como si estuviera pidiendo perdón por su vida, sus ojos se le llenaron de lagrimas. Sus dedos estrujaban el rojo de la bandera, tan roja como la sangre derramada por todo el país. La mujer miró el reloj. No era un día normal, acá nada era normal y su nombre era un invento más. La bandera luchaba por llegar al suelo, él movía las piernas y aplasto su cuerpo contra el suelo. Nadie debería seguir pisoteando los sentimientos de nuestra gente. La mujer saco el revolver de su vestido, y mientras seguía caminando lo arrojo al río. Cruzo a pie la frontera, se sentó en una banca y se puso a esperar. Todo estaba solo. Ella levantó un poco más su vestido, observo el reloj. Quería decirme algo, pero simplemente abrió las piernas y comenzó a parir.
Posted in A la hora de amar, Después del sexo, Historias sin fin, Las apariencias engañan, Lo demás es silencio, RELATOS, tagged Carlos, Realidad sucia on febrero 23, 2013| 4 Comments »
Carlos se rasca las axilas. Todo el tiempo se está oliendo las manos. Suele contar historias aburridas de ciertas novelas policiacas que ha leído, es un hombre descuidado, que pese a su formación intelectual, gusta comportarse como un carnicero, no solo en su lenguaje, sino en la forma de vestir, siempre anda con la ropa manchada de sangre. Sus antiguas esposas lo odiaban tanto, que le prohibieron ver a sus hijas, solo tenía dos, una con cada una de sus ex esposas. Tenía un consultorio en una zona cara de la ciudad, solía atender a mujeres ricas y resolverles cualquier tipo de problemas. Les cobraba caro y ellas tenían derecho a todo, sus manos eran de ellas. El consultorio por lo regular olía a licor barato y cigarrillos. Muchas veces lo despertaban los sueños, más que sueños eran pesadillas. Una vez se pregunto que si en su sueño soñaba que tenía un bebe en las manos y… desde luego que es imposible despertar con el bebe en sus manos, pero él se preguntaba por esa posibilidad. Había traído al mundo tantos niños como los mismos a los que había ayudado a no sufrir, quizá eran más los que no habían llegado. Sus viajes, todos oníricos, le hacían estar una y otra vez en el mismo lugar, los bebes ya no estaban en sus manos, ahora lo seguían, iban a toda prisa, sin ropas y con una piel roja, como si la sangre no tuviera piel que la contuviera; Carlos corría sin detenerse hasta internarse en un bosque, para después perderse y en ese sentimiento de angustia despertar con el cuerpo sudado, de inmediato se olía las manos.
Posted in A la hora de amar, Después del sexo, Historias de a pie, Historias sin fin, Las apariencias engañan, Lo demás es silencio, NOVELAS EN TRES LINEAS, RELATOS, tagged Olfato on febrero 22, 2013| 1 Comment »
El no sabía que después de esa noche no volvería a oler. Jamás. Sus manos olían a tabaco. El no se percato
Posted in A la hora de amar, Después del sexo, Historias de a pie, Historias sin fin, Las apariencias engañan, Lo demás es silencio, RELATOS, tagged Elliot, la prim de Pablo, muñeca inflable on febrero 21, 2013| 8 Comments »
Hace mucho tiempo que nos perdimos el rastro. Quede muy preocupado desde la muerte de Elliot. Se que tu perdida te ha destrozado los sueño, se que dejaste de leer y sobre todo que dejaste de escribir. Sabes, me preocupa tu estado emocional y la distancia que tomaste con el mundo, eso me llena de una tristeza que me asusta.
Nunca dejaste claro que vas hacer con la muñeca inflable de Elliot.
Pablo, no se que pensar de ti. Tal vez sigas con tu colección de hormigas o sigas con esa manía de espiar por el ojo de las cerraduras, ya hemos hablado muchas veces de eso y es claro que no puedes o quieres cambiar tus habitos. Ni que hacer.
Lo que más me tiene preocupado mi querido amigo es tu gusto por tu prima Teresa. Me quieres hacer el favor mi querido Pablo de contarme que piensas hacer en los siguientes días, pero sobre todas las cosas dime de una buena vez: si piensas tener otro perro.
Posted in Después del sexo, Historias de a pie, Historias sin fin, Las apariencias engañan, Lo demás es silencio, RELATOS, tagged Charlas de una noche, construyendo historias on febrero 20, 2013| 4 Comments »
La construcción del personaje te obliga a narrar desde fuera de la historia, sin mezclarse en ella, sin dejar que tu opinión interfiera. Durante la historia, los personajes tienen que cambiar, esa es su necesidad y su necedad
Posted in Después del sexo, Historias sin fin, Las apariencias engañan, Lo demás es silencio, NOVELAS EN TRES LINEAS, RELATOS, tagged el charlatan, La mentira on febrero 19, 2013| 12 Comments »
La única manera que tenemos para recordar nuestras vidas es mediante el relato
Posted in Después del sexo, Historias de a pie, Historias sin fin, Las apariencias engañan, Lo demás es silencio, NOVELAS EN TRES LINEAS, RELATOS, tagged el, ELLA, menstruación, olores on febrero 19, 2013| 2 Comments »
La olio. Nadie podía olerla mejor que él, sobre todo porque ella había olvidado ponerse los tampones
Posted in A la hora de amar, Después del sexo, Historias de a pie, Historias sin fin, Las apariencias engañan, Lo demás es silencio, NOVELAS EN TRES LINEAS, RELATOS, tagged el corazón traioonero, HISTORIAS, no hay más cuentos on febrero 18, 2013| 6 Comments »
Buscando otras historias posibles, he descubierto a una mujer que no puede contar más cuentos. El corazón de sus historias le fue arrebatado por eso yo que la consume a diario.
Posted in Después del sexo, Historias sin fin, Las apariencias engañan, Lo demás es silencio, NOVELAS EN TRES LINEAS, RELATOS, tagged días en corto, La imaginación, presupuestos on febrero 17, 2013| Leave a Comment »
Mis presupuestos diarios no logran convencer a mi imaginación. Con ella, todo comienza y todo termina.