Es en este punto cuando las historias se te pueden ir de las manos, pero esta vez no es así. Nunca antes me sentí tan seguro y dueño de la situación, nunca antes imagine que podría ser como un niño al escribir y jugar con todas las posibilidades y saltar de un lugar a otro, quizá porque nunca antes deje de pensar en la necesidad que tengo de escribir y ahora escribo olvidándome de esa necesidad, después de todo sino me apuro a escribir, me pasare el resto de mi vida contando historias.
Mirada al interior
septiembre 8, 2012 por Carlos Efron Mur
Publicado en A la hora de amar, Después del sexo, Las apariencias engañan, Lo demás es silencio, RELATOS | Etiquetado escribir es como jugar, escribir es un juego de niños, las historias y su fuga, perdiendo una historia, procesos creativos, seguir escribiendo | 5 comentarios
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Contar historias es algo fabuloso y magnífico que nunca se puede, ni se debe dejar, sobre todo sabiendo contarlas.
Lo dicho: podrás.
creo que a parte de mí, usted compadre es quien más confianza tiene de que logre hacer algunas cosas, las que sean (aunque no es tan trágico, algunos más confían en mí)
Creo en su compadrería -¡toma, que palabro!- que es capacidad distinta; lamento, Carlos, tu normal conciencia ante tu patria en lo posible trágico, pero eso puede valer demasiado para tu hacer.
Mi saludo y abrazo; suerte para todos.
uno siempre busca el ángulo trágico de las cosas, del resto se encargan otros compadre, un abrazo