mirar a tus ojos y saber que en alguna parte del tiempo
se perdió la oportunidad de descubrir el otro encanto,
mirar y saber que nos hemos perdido, que nada es como
imaginamos, que los rostros dicen otra cosa,
pero que los ojos no mienten, que son transparentes
como el agua, como el río, como la sonrisa disimulada
como el hecho de que este tiempo pasa y tu cuerpo
desnudo se sigue negando a mis manos
a mis besos a este orgasmo tan postergado
sentir tu presencia y tu voz que me cuentas esas historias
a trazos, con pinceladas burdas, con tus caprichos
con tu necedad de que todos los hombres traemos
el mismo cuento, las mismas ganas, el mismo deseo
el mismo sueño, la misma muerte de tu ropa debajo
de sus camas, y cada noche te llamo, te advierto
que te quiero en mis brazos, en mi cuerpo desnudo
en esta carne que de tanto ver pasar los minutos
morirá en unos cuantos años y tú con tu voz
con tu historia, con tus groserías haces de mí
un ser ultrajado, un sueño
ver el día contigo y sin ti, con estas ganas casi lubricas
que a veces es más un símbolo que una grosería
que a veces es más deseo que pasión
que a veces es más tristeza que música
que no es otra cosa que no se ha dicho
y tú, huyes, te escondes, pero no te doblegas e insistes
que todos los hombres somos iguales, siempre con el mismo cuento
estos deseos casi lúbricos, y la muerte que me vence de sueño
y tu poesía que es ese andar, esa risa, esos golpecitos
ese acompáñame a ningún lugar
ese quiero que esté a mi lado sin estar
ese oro de este pobre que se sueña inmortal
inmoral y que se pierde en los olores de tu cuerpo
que no logro desnudarlo y luego tus ojos
ay tus ojos que me tienen atrapado
a veces en las tardes emprendo un viaje, no importa
si tiene regreso o si soy hechizado por ese canto que escondes
para tus amantes preferidos o para la eternidad que te prometes
a veces tu cara me parece tan cotidiana, tan de la rutina
que no me explico a dónde demonios se ha ido todo la seguridad
que de mí tenía, luego brota el silencio y la tibia leche
que sale de tu seno, que revela nuestra suerte
nuestra historia vista desde el fondo de un espejo
pasan todos estos días, la oportunidad se esfuma, te defiendes
de todos, con todos y besas al primero sino es que al único
que se entrega a tus caprichos y llega la hora en que este ardor es interminable
humilde, arte, y lloró, pero no de amor, sino de ganas
ganas por desnudarte el cuerpo y escribir en tu alma
y eso no es otra cosa que mi humilde sueño que nos
revela nuestra propia cara, nuestra propia esperanza
aunque la de cada uno sea diferente a la del otro
Muy buen, pero muy buen poema un saludo.
A veces es bonito comunicarse sin hablar; ser transparente, y que el alma asome a los ojos: ya sea pasión, ya sea amor, ya sea deseo. Sentir y hacer sentir. 🙂
The poem is amazing. The poem felt like secrets whispers in the night.
muchas gracias querido….