Y yo que quiero morir en ti…

Si el silencio se convierte en nuestro enemigo, el peor de todos estos enemigos es la imaginación. Lo digo porque hoy en día todo mundo se empieza a creer una realidad, que carece del verdadero sentido de las cosas que nos pasan y sobre todo porque muchos en esta sociedad sienten que todo este entorno, es algo que les corresponden y entonces se disfrazan con ropas que les hacen parecer lo que no son y sin embargo actúan como miembros de  bandas delictivas que quizá ni siquiera saben de la existencia de estas personas. Los que buscan salir del país porque según ellos, del otro lado no existe violencia, no existe pobreza y no existe un mundo injusto, según ellos porque sus hijos serán lo mejor de este mundo y por supuesto no tendrán la necesidad de ir a una guerra inventada por la primera potencia del mundo, que al paso en que vamos y de acuerdo a nuestro imaginario colectivo el próximo destino a invadir por parte de los gabachos: es México, por supuesto que esa gente que está a dos pasos de cruzar la frontera para radicar al otro lado del río Bravo, y sentirse que no existe mejor sueño que el de despertar en una cama americana, bajo un cielo americano, en unos brazos americanos y con hijos americanos, hijos que un día quizá tengan que asesinar a sus primos que vivirán de este lado, hijos que tendrán de paso la opción de acudir a una escuela de primer mundo y tendrán una cena de acción de gracias porque su realidad se alejo de la realidad diaria de nuestra vida y porque el sueño americano hoy en día para muchos de los que habitamos en la frontera, en esta frontera del terror ya no es el de un mundo mejor, con mejores oportunidades, sino un mundo de seguridad, donde el narco y sus narcos piratas (los imitadores del narco), no pueden llegar hasta el otro lado; lo que algunos buscan al cruzar la frontera es despertar con la ausencia del terror, y sueñan con vivir del otro lado, porque para ellos lo es todo, para los que se van del otro lado la tarea es inventar una realidad que no es otra cosa que un nuevo sueño, el sueño que los pueda alejar de las matanzas, matanzas que no tienen sentido y con ello nuestro México va para abajo, lugares que en ese desvarío diario, que cada vez nos confunden con una imagen que ya no corresponde a la realidad. Imagen de lo que no somos nosotros.